La escena la vimos muchos. En un momento de «Batman. El caballero de la noche», el Joker le dice a su interlocutor que aquél se identifica con el perro que corre tras el auto. Y añade: «No sabría qué hacer con él, si lo pillara».
Mi reacción (llena de admiración por el guión y la actuación) fue: «¡Qué tipo más deschavetado (delirante)!»
Sólo muchos años después, empiezo a percatarme cómo muchos vamos por la vida buscando el poder o el dinero, para luego, como esos mismos perros (o el Joker), seguir corriendo detrás de otros autos